José Daniel Cristancho: lecciones de cómo mirar
Es el personaje juvenil que más impactó en la
versión colombiana de “Dónde está Elisa”. Su personaje Santiago en esta serie
de suspenso basa su éxito en la forma de mirar e intimidar. En ella interpreta al hijo de un homosexual a quien no tolera por su opción de vida. En la vida real Cristancho no es homofóbico y aunque no es gay, aboga por la tolerancia hacia ellos. Hizo teatro para
superar complejos
Texto y fotos: Iván Coello Angel, Pirotesta Sepia Fotografía
Es el personaje juvenil que más impactó en la
versión colombiana de “Dónde está Elisa”. Su personaje Santiago en esta serie
de suspenso basa su éxito en la forma de mirar e intimidar. En ella interpreta al hijo de un homosexual a quien no tolera por su opción de vida. En la vida real Cristancho no es homofóbico y aunque no es gay, aboga por la tolerancia hacia ellos. Hizo teatro para
superar complejos
Extremadamente sencillo, a sus 19 años. Hace
teatro desde temprana edad y aquello fue una forma de superar complejos. Su
debut fue como Santiago en la versión colombiana de la serie policíaca “Dónde
está Elisa”, logrando ser el personaje juvenil que más pegó en esta producción
y uno de los más seguidos por los jóvenes en Colombia.
Su nombre ya sale en Wikipedia y él en su
modestia todavía está asombrado: “uno se siente un hombre importante. Siento
que ya estoy encabezando una lista de alguien y alguien me está leyendo, y
alguien sabe de mí aparte de mi familia y mis amigos. Eso es emocionante.
Todavía no lo creo”.
- ¿Qué fue lo que te decidió a ser actor?
- Desde muy pequeño me gustó el teatro y la
actuación y tengo un primo actor, Andrés Suárez quien era mi modelo a seguir. Cuando
empecé a hacer teatro en el colegio era otra dimensión entonces me sentía lleno
y completo. Me retroalimentaba de mis personajes y eso me ayudaba mucho en mi
vida. Me ayudó a superar complejos que tenía.
- ¿Cuáles eran tus complejos?
- Yo era muy dientón y narizón cuando era
chiquito. Todavía soy narizón, todo este tipo de personajes me ayudó a superar
las burlas. Me decían “Encías de burro”, porque cuando me reía se me veía la
encía. Yo les seguía el juego pero por dentro me decía, “carajo me la están
montando otra vez”. También me decían Furby como esos muñequitos que se mueven
y el otro apodo era Narizón.
- Tengo entendido que es tu debut en la
televisión.
- Mi debut es “Donde está Elisa”. Fue el
primer casting que hice en mi vida para televisión. Hice mi primer casting para
el personaje de Rodrigo primero, uno de los primos de Elisa, una persona
retraída nerda y pepa. Entonces pasó como una semana y me volvieron a llamar,
pero me llamaron esta vez para hacer el papel de Santiago. Todo lo contrario al
anterior. Entonces yo dije, ¡miércoles! y volví a hacer casting y me dieron el
personaje.
El papel de Santiago: una mirada a su mirada
- ¿Cuál es el punto clave que Santiago debe
tener en la serie?
- Principalmente se toma como una persona
rebelde y le gusta seguir la contraria. Siempre en una familia hay un primo que
se tira todas las cosas, el primo bacaneado pero montador, pero él termina
siendo una persona protectora, con valores y principios, analítico, un poco más
sensible, porque todo muchacho a los 18 años se esconde sobre una barrera, como
la rebeldía, las ansiedades, un computador. Él es una persona muy tranquila
pero muy impulsiva, que cuando le salta la piedra no mide las consecuencias
sino hasta que hizo las cosas. Este chico es pasional, y es entregado a lo que
le gusta hacer
- De tu parte, ¿qué le pusiste al personaje
que no haya estado libreteado?
- Yo a Santiago le puse la intimidación. El
chico intimida con la mirada, y mira fijamente a los ojos y piensa, “yo no voy
a bajar la mirada”, y es de los que dice “o te vas tú porque yo no me voy a ir”
(y da una mirada que de verdad nos da miedo, lo que le cambia el aspecto
risueño que siempre tiene. Es una persona que le va hablar a los ojos al papá, y
el papá sabe lo que el chino le esta hablando, si le habla a la mamá, el la
mira de otra manera. Todo lo que radica en Santiago es en la mirada. Y eso no
lo sabe el público. Recordamos a Bill Clinton que basaba su éxito en la mirada.
- ¿En lo personal utilizas esta fuerza de la
mirada normalmente?
- La utilizó pero no me doy cuenta hasta que
la gente me lo dice o caigo en cuenta. Lo que sí, ahora que me doy cuenta para
mi papel sí la utilizo a veces y la utilizo cuando salgo con una chica y cuando
le hablo y quiero demostrarle a ella que no soy uno más del montón. Entonces le
digo, mirándola fijamente a los ojos: “Solo quiero bailar contigo”, y si me le
acerco y ella dice “ay no, es que tú eres como todos los hombres que quieren
bailar, y después a la cama”, entonces con mi mirada le reafirmo la frase de
que yo sólo quiero bailar con ella y que si no quiere bailar conmigo me voy, lo
que logra un propósito, que me termine diciendo: bailemos, no hay problema.
- Tu familia de la serie es muy curiosa
- Mi mamá en la novela Olivia es una madre
sobreprotectora, la típica mamá consentidora, que así yo no le pida algo ella
está ahí. Y es todo lo contrario a lo que es Santiago. El ama a su mamá pero le
da rabia que sea una mujer tan, y va a sonar brusco, como tan boba. A él le da
rabia lo que está pasando con su papá y le da furia que ella no sepa porque hay
situaciones en la novela que dan para que ella sospeche que su papá le está poniendo
los cachos con un hombre. Ella es una persona que le cree todo a su esposo.
- ¿Cómo reaccionarías en la vida real si te
tocara el misma situación?
- Aunque no es mi caso, si esto me pasara en
mi vida real tendría que analizar que mi verdadera mamá es una persona que sufre del
corazón, por lo tanto trataría de hacérselo entender para que lo vaya
asimilando, porque si le doy el totazo de una vez le da un infarto y hasta ahí
llegamos.
- El papá homosexual de Santiago, José Pablo, es el
motivo de la polémica en la serie.
- Jose Pablo trata a su hijo como un militar. Siempre
lo está cuestionando, mandando y castigando, porque él no quiere que su hijo
sea como él. El papá de Santiago es gay, eso ha sido lo más polémico de la
novela y es lo que más duro le ha dado a Santiago. Y no hay nada de malo en
eso, pero para Santiago eso genera un trauma inconcientemente, y eso lo vuelve
una persona homofóbica e impulsiva. Pero más que venganza es vergüenza, y llega
a propiciar que los amigos de la pandilla golpeen al amante de su padre,
Ricardo. Pero él no sería capaz de golpearlo personalmente, porque el siente un
poco de miedo y tiene sus límites y lo que quería era advertirle, pero no es
capaz de matarlo. No es una persona capaz de matar pero sí que habla mucho.
- De tu personaje que habla mucho, ¿de tu
propia cabeza qué le has metido de lo que él fanfarronea?
- Yo le metí cositas como retador, le encanta
los retos y no se deja pordebajiar y el siempre está aquí arriba, si está con
los de la pandilla y alguno de ellos les dice algo, solo los mira, y no
necesita decirlo, sólo con la mirada está aclarando: mucho cuidado, no se meta
conmigo. Aunque él es débil, por eso se hace fuerte ante la pandilla porque
quiere demostrar sobresalir, y por eso el se hace el macho porque ellos saben
que son de otro mundo y han vivido en la calle, por eso él quiere igualarse a
ellos. Pero eso no le va a durar mucho tiempo. Él se vuelve débil cuando
empiezan a ocurrir sucesos peligrosos, cuando se da cuenta que no puede solo y
que de verdad necesita a su mamá y a su papá. Se le salen las cosas de las
manos.
- Un famoso gay que tú admires.
- Yo admiro a Freddy Mercury. Es una persona que era gay y cuando se subía al escenario nadie cuestionaba a este hombre, porque cuando cantaba era tanta la energía que emanaba, que uno se daba cuenta que era el verdadero rockstar, y todo un macho. Y, ¿quién dijo que ser gay puede afectar la vida de cualquier persona?
- Una canción compuesta por ti.
- Tengo una canción de un suceso que me pasó. Yo tuve una banda con amigos y poco a poco me fueron sacando, sin embargo, cuando se te cierra una puerta se te abren tres y se me abrieron.
- ¿A qué se debe que tú eres el personaje
juvenil de mayor fuerza en la novela?
- Moralmente lo digo, cuando tú obras bien en
la vida todo lo que hagas de bien se te devuelve tres veces, entonces uno tiene
que obrar bien en la vida. Soy devoto, aunque no religioso, creo en Dios
y leo la Biblia. Tengo
un tatuaje judío en el brazo que dice Shalom, que significa la paz que sobrepasa
todo entendimiento, la paz absoluta. Soy una persona que hace las cosas por
instinto y por pasión, esto no lo hice porque sí, sino que tuvo una razón de
ser. Y a pesar de que en la novela mi personaje es intolerante, muestro el
tatuaje en la producción.
Muy risueño en la vida real, modesto y
sencillo. Todo lo contrario al intimidante Santiago de la serie “Donde está
Elisa”.
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"Tengo un tatuaje judío en
el brazo que dice Shalom, que significa la paz que sobrepasa todo
entendimiento, la paz absoluta". |